Salitre y Cenizas - Carlos di Urarte
Reseña de Salitre y Cenizas – Carlos di Urarte
📖 Título original: Salitre y Cenizas
✍ Autor: Carlos di Urarte
📚 Género: Fantasía oscura/costumbrista
📆 Año de publicación: 2025 (España)
📌 Saga: La Corona del Oráculo (Libro 1)
Entre la confesión y el naufragio: grimdark con sabor cántabro, amargo como la fe rota y denso como el humo de la hoguera ⚓🔥
En su primera novela, Salitre y Cenizas, Carlos di Urarte entra con paso firme en el panorama de la fantasía oscura nacional. Esta obra no pretende ser cómoda ni ligera. Al contrario: se hunde de cabeza en los pozos más turbios del alma humana, mientras nos arrastra por costas golpeadas por la superstición, el dogma y la violencia inquisitorial.
Publicada por Ediciones El Transbordador, esta novela inaugura la trilogía La Corona del Oráculo con una identidad brutalmente clara: aquí no hay héroes, solo condenados que intentan justificar su historia antes de que el verdugo haga su trabajo.
🕯️ Trama: el valor de una última palabra
La historia se cuenta desde la voz quebrada de Leo Vicar, un reo confeso que, encerrado en la prisión de El Cabracho, accede a dictar su vida a un escriba de la corte. Pero esta no es una biografía cualquiera. Leo está sentenciado a morir cuatro veces, y cada ejecución está cargada de simbolismo religioso en un mundo donde el perdón no se otorga con facilidad.
Su testimonio nos arrastra a su niñez, a los primeros pasos que lo condujeron a perder su alma "sin haber desayunado", y al momento en que su amor por una joven lo lanza a una cadena de acontecimientos cada vez más oscuros. En medio de una sociedad donde los trece mandamientos del Cristo Ahogado rigen la moral y los cuerpos, Leo se convierte, sin quererlo, en alguien capaz de ver y hablar con criaturas que no deberían existir.
La narración va y viene entre el presente carcelario —áspero, resignado— y el pasado de Leo, desgranado con una mezcla de sarcasmo, culpa y ternura escondida. Es una confesión, pero también un ajuste de cuentas: con su familia, con la religión, con la vida.
⚖️ Personajes: seres quebrados por un mundo implacable
🔹 Leo Vicar
Leo es una de las voces más humanas y complejas del grimdark reciente. No es cínico por pose, sino porque ha vivido en carne propia lo que significa perder la inocencia a manos de un mundo que no perdona. Su tono —entre el arrepentimiento y la provocación— hace que empaticemos con él incluso cuando sabemos que ha hecho cosas terribles. Es víctima y verdugo, instrumento de poderes más grandes que él y, al mismo tiempo, el único que puede contarnos la historia como fue. O como la recuerda.
🔹 El Cristo Ahogado y la Inquisición
No es un personaje, pero lo parece. Esta religión lo empapa todo: justifica las ejecuciones, modela el lenguaje, define lo que es pecado y lo que merece tortura. Sus mandamientos no son guía espiritual, sino cadenas. Y la Inquisición, brazo ejecutor de esa fe ahogada, se presenta no solo como institución sino como símbolo de un mundo donde dudar es traición.
🔹 Figuras del pasado (brujas, criaturas, sombras marinas)
Lo que Leo ve, lo que le susurra desde las profundidades o se manifiesta en pesadillas vivas, pertenece a un folclore propio. Di Urarte toma la bruma del norte español y le da carne. Hay algo profundamente ibérico en estas visiones, como si estuviéramos leyendo los cuentos que se perdieron entre los hórreos y las playas negras de un mundo que ya olvidó su magia… o que la quemó en la hoguera.
🌫️ Estilo y ambientación: sal en la lengua, ceniza en los ojos
Carlos di Urarte escribe con una prosa que no hace concesiones. No hay adornos innecesarios, pero tampoco escatima en belleza cuando la escena lo requiere. Las descripciones del mar, de las cárceles húmedas, de los castigos físicos, están llenas de textura. Podemos oler el salitre, sentir el escozor de la soga, escuchar el crujido de la pluma contra el pergamino.
La ambientación no es decorado, es protagonista. El mundo no se nos explica: se nos lanza a él, y como lectores debemos ir armando sus reglas a partir de lo que Leo suelta entre líneas. Hay algo de realismo sucio en la forma en que se construye la religión, las costumbres, incluso el habla de los personajes.
✅ Fortalezas
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Narrador poderoso y memorable: Leo sostiene toda la novela con una voz propia, llena de matices.
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Riqueza del mundo: oscuro, creíble, con un folclore propio.
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Estética sombría que no cae en el exceso decorativo: la oscuridad es necesaria, no gratuita.
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Crítica religiosa y social que no sermonea, sino que emerge desde el dolor y la pérdida.
❌ ¿"Contras"?
(Aclaro este apartado porque no considero que sean contras en sí mismas, pero si que podrían ser un pequeño "obstáculo", principalmente las dos últimas, para lectores que puedan estar acostumbrados a lecturas con ambientaciones más ligeras).
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El ritmo, a ratos, puede parecer irregular: algunos pasajes introspectivos pueden hacerse densos.
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Es una lectura exigente emocionalmente: no hay alivios ni humor que oxigenen.
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Algunos lectores pueden sentirse perdidos en el worldbuilding si no aceptan su ritmo natural de revelación.
🗝️ Conclusión: una confesión que arde como fuego lento
Salitre y Cenizas no es un libro que se lee: es un libro que se soporta, que se arrastra como el reo hacia el patíbulo, que nos obliga a mirar los pecados desde dentro. No tiene redención fácil, ni héroes con espadas flamígeras, ni villanos carismáticos. Tiene humanidad. Tiene miedo. Y tiene esa rara cualidad de los buenos inicios: deja una marca. Te hace querer más, aunque duela.
Puntuación final: 9/10
(Por su honestidad cruda, su universo envolvente y su capacidad de arrancar emoción a base de confesión y silencio. ⚓🕯️)
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